La identidad en la imagen de Pablo Iturralde. El Comercio
Una pieza que impacta, informa pero que a la vez se constituye como parte de un bagaje cultural. Son tres elementos que alcanzan el equilibrio pleno en el trabajo de Pablo Iturralde, el diseñador gráfico que acaba de regresar de una ‘gran fiesta’ en Francia. El ecuatoriano fue uno de los 14 diseñadores de América Latina invitados a participar en la Fiesta del Grafismo, en la muestra ‘París invita al mundo’.
Tres de sus afiches fueron seleccionados para la exposición. Uno fue diseñado para promocionar un concierto de la banda Arkabuz. Los otros son dos afiches cinematográficos: el primero es de la película ‘Ratas, ratones, rateros’ (1999), de Sebastián Cordero, y el segundo de la cinta ‘Tinta sangre’ (2013), del realizador Mateo Herrera. Entre la aparición de una imagen y la otra en las carteleras de cine hay 14 años de diferencia. Un período que ha sido parte de un proceso de formación, en el que Iturralde ha definido un estilo que integra un sentido de apropiación cultural a la gramática visual universal. La relación de Iturralde con el cine se inició con la creación de la imagen comercial para el videoclub La Liebre, los carteles que promocionaban los primeros festivales y muestras de cine independiente y el logo del Consejo de Artes Cinematográficas del Ecuador, ahora convertido en el CNCine. A finales de los 90 trabajó con Isabel Dávalos en la dirección de arte en ‘Ratas, ratones, rateros’, la ópera prima de Cordero, y en la campaña gráfica de la cinta. Recuerda que para conceptualizar la película en imágenes su primera opción era utilizar el rostro del protagonista, Carlos Valencia. Sin embargo, se arriesgó y armó otro afiche con imágenes más sugerentes que explícitas.
La imagen de la ratonera con los colores de la bandera ecuatoriana y el nombre del filme en una tipografía que transmite una sensación de caos es uno de los afiches de cine más representativos. No solo porque los elementos mantienen una relación de simplicidad, simetría y ritmo. Sino también porque Iturralde plasmó en imágenes un concepto más abstracto que remite al contenido de la película y también a una época en la que el sentido de identidad y pertenencia territorial estaba minado por la crisis social y económica. Y es que para Iturralde el afiche es un espacio de expresión más creativo y sensible. «La responsabilidad de un buen diseñador no solo es transmitir un mensaje sino aportar culturalmente con elementos que hablen del lugar de origen». A través de varias investigaciones, recogidas en el libro ‘Duales y recíprocos’, ha podido identificar las características que definen a la gráfica ecuatoriana y que las sintetiza en tres elementos: la equinoccialidad, la diversidad y la fertilidad. Pero a más de estos elementos, Iturralde se remite al guión y a la experiencia del director en el caso de los afiches para cine. La exitosa experiencia de ‘Ratas, ratones, rateros’ le llevó a cometer un error cuando desarrolló la campaña visual para ‘Crónicas’ (2004). Aunque el afiche que muestra una imagen panorámica de un niño a contraluz caminando entre varios postes y antenas de televisión estuvo en las bienales de Madrid y México y en catálogos alemanes, la distribuidora de la cinta decidió no utilizarla para la promoción en EE.UU. «El cine no solo es una expresión cultural sino que tiene un fin comercial» fue la lección que le dio James Verdesoto, otro diseñador ecuatoriano radicado en Nueva York -autor de carteles para cintas como ‘Pulp Fiction’, ‘El paciente inglés’, ‘Ocean’s Eleven’, ‘Y tu mamá también’, entre otros-. Así aprendió que en EE.UU. no se puede vender una película a menos que el afiche tenga la cara o el nombre de un actor famoso. Esa fórmula -dice- es algo que no favorece al cine ecuatoriano, ahora que está en un proceso de desarrollo. ‘Pescador’ (2011) tuvo una presentación gráfica en dos versiones. La primera muestra al actor Andrés Crespo apoyado en un pasamano a orillas del río Guayas. La que no apareció oficialmente en las carteleras es la imagen de un paquete de cocaína abierto. Ahora trabaja en la segunda versión del afiche para la cinta ‘Feriado’, del director Diego Araujo. Una imagen en la que se ve a los dos protagonistas con el torso desnudo en un ambiente boscoso fue con la que se presentó en la Berlinale. Para Ecuador tendrá un enfoque distinto. Luego de ver la cinta, Iturralde descubrió en unas imágenes de la ciudad vista al revés un elemento que le ayudará a redefinir el concepto. Esta visión invertida de la ciudad puede describir de una mejor forma la condición de género de los personajes y englobar el contenido de la película.
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